sábado, 18 de septiembre de 2010

"Esther es Purita Campos"

Con 14 años ya dibujaba modelos para amigas modistas de su madre, y cobraba por ello. “Mi madre era modista y mi ilusión era ser diseñadora de moda. A partir de ahí estudié Bellas Artes y me coloqué en una revista de moda”. Así empezó la carrera de Purita Campos que esta tarde ofreció la primera charla de la última jornada del certamen del cómic de Avilés.


Ante un público entregado, la creadora de Esther realizó un recorrido por su amplia trayectoria, una carrera plagada de anécdotas que llamaron la atención de los presentes. El cómic apareció en su vida casi por casualidad. Su auténtica vocación era la moda, pero recaló en Bruguera a raíz de un encuentro de su hermano con Vázquez, que fiel a su estilo, le metió la bola de que era el director de la editorial (de hecho, Purita sale como personaje en la película basada en la vida de Vázquez, de inminente estreno). Cuando Purita se presentó allí, le dijeron que Vázquez casi no pasaba por las oficinas, pero aún así la contrataron para hacer pequeñas historias.

Purita recordó cómo por aquel entonces las dibujantes más respetadas eran aquellas que dibujaban historias bélicas, westerns… todas aquellas que copiaban en cierta manera los trabajos de los hombres. Un día, la editorial le encargó a ella y a otros dibujantes realizar unas pruebas para conquistar el mercado inglés. Para su sorpresa, la eligieron, y eso supuso el inicio de una carrera en el extranjero. Bruguera tenía un acuerdo con una editorial belga que le propuso trabajar en exclusiva para ellos. Para poder salir de España, Purita relató cómo tuvo que hacer el servicio social, “ir a Falange, bordar, canciones…”. Sus primeros trabajos eran historias románticas de tres páginas del tipo 'chico conoce a chica, se besan y
se acabó'. “Entonces estaba decidida a dejar el cómic”, afirmó, pero entonces llegó Esther y su mundo (Patty’s World) para el mercado británico. En el guión escrito por Philip Douglas encontró una historia diferente, algo que le invitó a seguir con las viñetas. Esther triunfó en el mercado inglés y Purita convenció a Bruguera que comprara los derechos para España, donde también fue un éxito. De todas maneras, Campos se mostró muy descontenta con el trabajo de Bruguera. “Hacían lo que les daba la gana y lo hacían mal, añadían páginas, bocadillos que yo no había puesto, cambiaban los nombres... Leía la revista Lily (donde aparecían las aventuras de Esther) y me disgustaba mucho, hasta que dejé de leerlas. En mi casa tengo montones sin leer”, explicó.

La dibujante está restaurando las páginas de Esther de aquella época para que las próximas ediciones sean fieles a los originales. “Hacemos una copia, a cuchilla quito lo que está mal, luego hago los lápices y entinto”, apuntó la artista sobre el proceso de restauración. De la popularidad de Esther surgieron otros personajes, como Gina o Jana (Tina en el original). “Mi personaje preferido es Esther. Gina, con guión de Paco Ortega, era muy divertida pero sólo fueron 50 páginas. Luego vino Tina, que también me gustó, pero Esther es muy entrañable, y prueba de ello es que continúa”, explicó.

Y continúa con guiones de Carlos Portela, quien subió posteriormente al escenario para hablar de la génesis de las nuevas historias de Esther. Según explicó, en el salón de La Coruña se quedaron hablando en una cena sobre series de televisión protagonizadas por mujeres. Tras esa cena, de camino al hotel los responsables de la editorial propusieron a Carlos hacerse cargo del trabajo, y la coincidencia de ideas fue absoluta.
Purita quiso dejar claro que la idea de retomar las historias de Esther con 35 años, divorciada y con una hija había sido suya. “Esther es Pura, y evidentemente no voy a hacer nada que a ella no le parezca bien. No obstante, ella me da absoluta libertad y nunca me ha dicho que no a una idea”, explicó el guionista. En un principio, la idea del tándem era hacer un par o tres de libros para cerrar la historia de Esther, pero el éxito de la serie (vendió los 5.000 ejemplares de la primera edición en 23 días) les cogió por sorpresa y ya no se plantean un fin claro de la serie, aunque sí adelantaron que “algún personaje puede morir, porque la muerte forma parte de la vida”, adelantó Carlos.


Respecto a una posible adaptación a la pantalla, grande o pequeña, el guionista (que trabaja en Telecinco) explicó que el formato ideal sería una serie de televisión dada la extensión del mundo de la protagonista. “Lo que tengo claro es que si se hace se haga una cosa digna”, apuntó Purita. “No te preocupes, que estaré yo contigo”, comentó Carlos entre risas. Un dúo que promete ofrecer nuevas sorpresas al numeroso público que les ofreció uno de los aplausos más calurosos de la XV edición de las Jornadas.

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