Como El brillo en la mirada, una historia erótica que fue un desafío para ella. Con guiones de Emilio Ruiz, Miralles realizó un trabajo que se convirtió en un referente del género. “La idea era hacer algo fresco, poco sobado, que ya lo sobarían bastante después las miradas de los lectores”, explicó la dibujante entre risas. Su estilo ha ido abundando en el realismo, dando saltos de proyecto en proyecto. “Esto del dibujo es largo recorrido, es una disciplinas en las que siempre puedes seguir aprendiendo”, explicó antes de afirmar que “sería incapaz de dibujar algo que no me llene”. Algo así le pasó con Eva Medusa, con guión de Segura, en la que vio obligada a dibujar objetos, como armas, que no le apetecía dibujar. A raíz de ese trabajo, decidió que eso nunca le volvería a pasar. Así llegó En busca del unicornio, adaptación en tres volúmenes del libro de Juan Eslava Galán. “Fue un proyecto muy bonito, una idea que gestamos entre Emilio (Ruiz) y yo. Teníamos ganas de hacer algo juntos y la respuesta del escritor fue fantástica”, explicó Miralles. La única condición que les puso fue la de supervisar el tema de la documentación, “un trabajo muy interesante del que aprendí mucho”, apuntó Miralles que, no obstante, se mostró decepcionada con la edición de Glenat y satisfecha por su reedición por Dargaud. Asimismo, anunció su próxima edición en España, una gran noticia para los aficionados.
Y después llegó Djinn, con guiones del belga Dufaux. “La idea era hacer una serie de tres números, y ya llevamos diez. Fue una pillada”, afirmó la dibujante. Se da la circunstancia de que dibujante y guionista se conocieron en una cena de Glenat, y la obra acabó siendo publicada por Dargaud. “Si lo saben no nos invitan”, comentó Miralles con humor. Diez números a un ritmo de trabajo trepidante que la autora explicó por el respeto que le suponen los lectores precisamente por su experiencia como lectora. “ No aguantaba que las series se quedaran colgadas ni que el nivel del dibujo bajara porque el autor se cansara, por eso en cada número intento mejorar”, apuntó. Cerró la charla la mención a De mano en mano, un trabajo realizado entre un número y otro de Djinn. “Fue estresante, pero demostré a los editores que puedo”. Y tanto. Los aficionados pueden comprobarlo en la exposición que tiene en el palacio de Valdecarzana.
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