viernes, 16 de septiembre de 2011

Aude Picault, una introvertida encantadora

Ángel de la Calle presenta a Aude Picault en presencia de un atento Diego García.

"Existe un cliché sobre muchos autores que dice que somos bastante introvertidos. En mi caso es verdad. Iba con mis cuadernillos y apuntaba todo lo que se me pasaba por la cabeza en forma de dibujo". Así se apresentó la autora francesa Aude Picault al inicio de la charla que protagonizó en la tarde de ayer en el auditorio de la Casa de Cultura. Su intervención, que siguió a las que minutos antes habían protagonizado Javier Olivares y Joan Boix, sirvió para conocer a una artista que ha conseguido convertirse en una referencia a través de un dibujo y una sensibilidad muy especiales.

Según explicó, aquellos cuadernos que dibujó en su día sirvieron para que sus amigos la animasen a publicar su trabajo, así que decidió autoeditarse y nació la obra Rollos míos. Su buena acogida dio pie a una segunda parte y ya comenzó a publicar para el mercado editorial. No obstante, el que ella considera su primer trabajo profesional vino de la mano de una revista en una tira titulada Eva. Era una labor que la obligaba a trabajar con viñetas, algo que no ha vuelto a hacer. "No me parece la manera natural de dibujar", afirmó. Picault, que admitió no haber recibido formación sobre el lenguaje de la historieta, explicó que ella prefiere abordar la página sin planificarla. "Lo hago de manera más instintiva, en función de las necesidades de lo que estoy contando".

A preguntas de Ángel de la Calle, la autora relativizó el componente autoreferencial de sus obras. "Existe una distancia entre lo que cuento y mi persona. Escojo lo que quiero contar y creo que mis protagonistas no se me parecen", aseguró. Obviamente, esta distancia no es tal en la obra que la descubrió a gran parte del público, Papá, en la que expone sus sentimientos ante el suicidio de su padre. Picault explicó que al principio no quería publicar este trabajo, que ella realizó para sí misma como una válvula de escape. Sin embargo, desde L'Association la convencieron y, finalmente, la experiencia ha sido positiva. "Estoy contenta con el resultado. Considerando lo delicado del tema, si alguien odió la obra se ahorró el decírmelo (risas). He recibido reacciones muy humanas y tiernas de lectores que me agradecían el haber compartido esta historia con ellos", apuntó.

Picault también habló sobre Travesía, su primera obra con una trama estructurada. "Tras Rollos míos y Papá quería hacer un relato largo, desarrollar una historia profunda sobre la amistad y la navegación, con muchas páginas mudas", explicó. En esta obra, la autora plantea una crítica a la sociedad parisina, a sus prisas y forma de entender la vida. Para ella, para tener una existencia satisfactoria resulta fundamental tener proyectos. "Y sí, me gustan mucho los barcos", afirmó.

La próxima obra de Picault que se publicará en España será La fanfarria, un tebeo en el que refleja parte de su experiencia de seis años como intérprete de trombón en la orquesta de su Facultad de Bellas Artes. Y su próximo proyecto, anunció, pasa por abordar el pensamiento feminista, un tema complejo que calcula que le llevará dos o tres años de trabajo. El origen de esta idea surge del hecho de que "resulta duro ser mujer en Francia y hay situaciones que me provocan cabreo, situaciones que tienen que ver con la sexualidad, las relaciones de pareja... Creo que mis bloqueos interiores y mi timidez tienen que ver con el hecho de ser mujer, aunque a lo mejor me equivoco", concluyó.

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